Con juegos, talleres, salas inmersivas y propuestas inclusivas, la Casa promete convertirse en un lugar donde la imaginación y los derechos de la infancia se viven y se disfrutan.
En el corazón del barrio General Paz, Córdoba, se abrió una puerta para la fantasía: la flamante Casa de las Infancias “María Elena Walsh”, un espacio cultural gratuito pensado especialmente para niños y niñas.
Convertido en escenario de juegos, aprendizaje y maravillas sensoriales, esta casa ocupa el edificio del ex Centro Cultural de General Paz, en Juan P. Pringles 420.
Al cruzar sus puertas, los más pequeños descubrirán un anfiteatro pintado con tonos alegres, espacios interactivos, y tecnología de realidad aumentada y virtual que invita a “viajar” por la ciudad de Córdoba de formas inesperadas.
No se trata solo de diversión, sino de inclusión: la Casa fue diseñada con rampas, juegos adaptados y sectores accesibles para que ningún niño quede afuera.
La estructura interior está distribuida con secciones temáticas:
Sala “Los Derechos”, donde los niños exploran sus derechos fundamentales de forma lúdica.
“Mi lugar”, sector para la primera infancia: espacio sensorial, juegos suaves, vínculo entre generaciones.
Un mural de afectos con el título “Aquí estoy”, que invita a reconocer el valor de la presencia emocional.
Espacios para talleres de teatro, títeres, reciclaje, música y laboratorio de ideas.
Salas inmersivas dedicadas al legado de María Elena Walsh, mezclando su vida, versos y músicas con la identidad cordobesa.
El patio no es un espacio secundario: hay esculturas, estaciones de juego y un camino que conecta las distintas áreas lúdicas de la Casa.
La Casa fue inaugurada oficialmente en septiembre por el intendente Daniel Passerini, quien enfatizó que este proyecto es una muestra de lo que ocurre cuando la política incorpora ternura.
Según el municipio, la Casa funcionará como un espacio público abierto y permanente, con propuestas culturales continuas para familias, escuelas e instituciones sociales.
Además, la gestión municipal recordó que estas transformaciones surgen cuando se pone “corazón a las ideas” y se prioriza el derecho de los niños a aprender y jugar.
El ingreso es gratuito.
Las visitas duran aproximadamente una hora y cada turno admite hasta 30 niños/as.
Para asegurarse un lugar, hay que anotarse previamente por el sistema CiDi/VeDi, disponible desde la web municipal.