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VILLA NUEVA - CBA

Habría presencia de agrotóxicos en argentinos y el INTA prohibió la difusión del informe

De todas maneras, y pese a la prohibición de su difusión en nuestro país, durante la Cumbre Científica de Naciones Unidas, se presentaron los resultados.

El INTA prohibió la difusión de un estudio crítico sobre plaguicidas en personas y en el ambiente. La afectada directa de esta medida es Virginia Aparicio, una especialista con una larga trayectoria en el laboratorio del INTA Balcarce, quien lideraba una investigación respaldada por la FAO (Organismo de Naciones Unidas para el Agro y la Alimentación)

Aparicio recibió la orden directa de suspender la comunicación pública de los resultados del proyecto internacional denominado "Transición Sostenible de Protección Vegetal" (SPRINT), que se llevaba a cabo en colaboración con investigadores de varios países, incluida la República Argentina. 

En 2020 comenzó a trabajar también para el proyecto internacional “Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global (SPRINT)” y coordinó la toma de muestras entre 73 personas de distintos puntos bonaerenses afectados por las fumigaciones.

Aparició recibió una nota firmada por el Director Nacional de INTA, Carlos Parera. “Atento a que hemos tomado conocimiento de que posiblemente algunos procedimientos respecto a los estudios que involucran a personas han excedido la incumbencia institucional y considerado que, nuestro accionar está siendo analizado al respecto, se instruye a que suspenda la Reunión de Presentación de Datos prevista, hasta tanto se tengan las respuestas asociadas en sentido amplio”, decía.

Agrotóxicos en sangre y orina

Iván Villareal, de Laguna Brava, fue una de las personas que participó del estudio aportando muestras de sangre, orina y materia fecal. Además, llevó una pulsera que medía la exposición a sustancias químicas en el aire. En diálogo con Tiempo, consideró un “artilugio inválido” el argumento de la suspensión, “porque el INTA desde hace dos años sabe que se están haciendo estas investigaciones. Esta prohibición de decir los resultados nos dejó boquiabiertos”.

“A nosotros ya nos llegó el informe a nivel personal. Tenemos en sangre y orina tres agroquímicos que están prohibidos en Argentina. Es decir que existe la posibilidad de que se sigan utilizando. Y son altos los porcentajes en lo que fueron encontrando en sangre”, lamentó el militante de la Asociación Civil para el Fomento y la Protección del Paisaje Laguna Brava. En las muestras de sangre, por caso, se detectó la presencia de Bromoxynil y Fipronil sulfone, cuyo uso no está aprobado.

“La verdad que fue un golpe bastante fuerte (la suspensión) porque si bien nosotros ya tenemos estos productos en sangre y no tenemos vuelta atrás, está dentro de nuestro derecho saber a qué nos atenemos en un futuro. Seguramente esto tenga repercusión en nuestro cuerpo y salud”, alertó. De hecho, la mayor parte de los participantes del estudio acudieron a consultas médicas al recibir los resultados del informe SPRINT.

“Lo que el INTA oculta e impide su divulgación es la fotografía tóxica de los cuerpos humanos evaluados en el SPRINT que seguramente se replica en todas las personas que habitan en los pueblos fumigados de la Argentina. Cuerpos que son impactados por numerosas sustancias que están ahí alojadas silenciosamente pero que tienen capacidad para generar cáncer, daño genético, funcionar como alteradores hormonales, generar desfunciones en el sistema nervioso y poseer efectos neurotóxicos”, expresaron las asambleas y organizaciones de pueblos fumigados en un comunicado. El repudio también llegó desde referentes de la comunidad científica.

 

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