El Alcolock, o alcoholímetro antiarranque, emerge como una solución tecnológica diseñada para combatir uno de los problemas más graves en la seguridad vial
Un Alcolock es básicamente un alcoholímetro integrado en el sistema de arranque de un vehículo. Su principal función es medir la concentración de alcohol en el aliento del conductor antes de permitir el encendido del motor.
Si el nivel de alcohol supera el límite legal establecido en otros paises (Argentina toleranca 0) el sistema bloquea el arranque del coche, impidiendo que el conductor en estado de ebriedad pueda ponerse al volante.
Se trata de un dispositivo que ya está en vigor en otros países y que permite realizar un análisis muy rápido. El conductor deberá soplar en el aparato y en un intervalo de entre 5 y 25 segundos este indicará cuál es su tasa de alcohol. Si esta supera el límite legal, el sistema hará que el coche se bloquee y no arranque. En Europa ninguno podrá salir de los concesionarios sin estas ayudas a la conducción después del 7 de julio de 2024.
El alcoholímetro es instalado a través de un cable unido al panel de instrumentos y el proceso comenzará con la fase de análisis.
Actúa como un control preventivo eficaz, evitando que los conductores bajo los efectos del alcohol puedan conducir, reduciendo así el riesgo de accidentes.
Para aquellos que están en proceso de superar la dependencia del alcohol, el Alcolock sirve como una herramienta de apoyo, impidiendo la conducción si se ha consumido alcohol.
Más allá de medir los niveles de alcohol, el Alcolock puede incluir funcionalidades avanzadas como el monitoreo remoto y la recolección de datos para un seguimiento detallado del comportamiento del conductor.
Algunas compañías de seguros ofrecen incentivos a los conductores que instalan un Alcolock en sus vehículos, reconociendo la reducción del riesgo de siniestros relacionados con el alcohol.