Según explican, el dato evidencia el retroceso del Sistema Educativo Argentino
Un reciente estudio elaborado por Argentinos por la Educación volvió a encender las alarmas: apenas 10 de cada 100 jóvenes logran completar la escuela secundaria en el plazo previsto. La cifra, que desnuda la profundidad de la crisis del sistema educativo nacional, refleja además un deterioro en comparación con los últimos años.
“Estamos frente a un número muy bajo, casi límite, que marca que mucho más no se puede caer”, advirtió Martín Nistal, referente de la organización, en declaraciones a Primera Plana Rosario.
El informe indica que en 2020, durante la pandemia, 16 de cada 100 alumnos alcanzaban a terminar la secundaria en tiempo y forma. Hoy, ese porcentaje se redujo a solo 10. Algunas provincias registran situaciones más graves: en Chaco, apenas 3 de cada 100 estudiantes llegan al final del ciclo escolar en los plazos estipulados.
Si bien existen jurisdicciones con mejores desempeños, los resultados siguen siendo insuficientes. La Ciudad de Buenos Aires encabeza el ranking, aunque allí solo 23 de cada 100 alumnos que comienzan la primaria logran egresar en el tiempo correspondiente. En tanto, Tierra del Fuego y Córdoba presentan números cercanos al promedio nacional, con 13 de cada 100 estudiantes.
El reporte advierte que el 90% de los jóvenes no finaliza su trayecto educativo de manera adecuada. “Algunos llegan fuera de término, otros en tiempo pero sin los aprendizajes necesarios”, explicó Nistal, quien subrayó la complejidad de la situación.
El análisis toma como referencia a los alumnos que debieron cursar el último año de secundaria en 2024. Muchos ya lo concluyeron, pero sin alcanzar los niveles de conocimiento esperados. Para Nistal, este escenario plantea “un enorme desafío para las políticas públicas”, dado que la educación es clave tanto para la inserción laboral como para el acceso a estudios superiores.
En el plano regional, la comparación es poco favorable: Argentina queda rezagada frente a países como Uruguay y Chile, con mejores indicadores educativos pese a tener ingresos medios similares. En cambio, sus estadísticas se asemejan a las de Honduras y El Salvador.