La obra, realizada por el reconocido artista Martín Ron, es el homenaje pictórico más grande del mundo dedicado al primer pontífice argentino.
La ciudad de La Plata cuenta desde este sábado con un nuevo ícono urbano y espiritual: un gigantesco mural del papa Francisco que ya se alza sobre la intersección de las calles 14 y 54, justo frente a la Catedral.
Se trata del mural más grande del mundo, una obra de arte de 50 metros de alto y 6 de ancho que reproduce una imagen del Sumo Pontífice argentino y homenajea su legado.
El mural reproduce un retrato que le fue tomado de forma espontánea al Papa Francisco, cuando una paloma blanca se le posó en la mano en uno de sus paseos por la Plaza de San Pedro. La fotografía está fechada en el 2013, el año que asumió su papado.
Con el rostro del papa recortado sobre el cielo platense, la imagen impacta no solo por sus dimensiones abarca toda la fachada lateral de un edificio sino también por su iluminación. Se instalaron seis reflectores de alta potencia que se encienden al anochecer para mantener visible la obra sin afectar el entorno ni la circulación vial.
“Queríamos que esta imagen esté presente incluso cuando cae el sol”, señalaron desde el municipio. La torre lumínica fue ubicada estratégicamente junto a los semáforos para realzar la pintura sin interferencias.