04.10

VILLA NUEVA - CBA



Kioscos habilitados para servicio de correspondencia. Villa Nueva aún no se adhiere

Desde La Posta hicimos un relevamiento de lo que sucede en nuestra región.

El 5 de septiembre entró en vigencia el decreto 629, por el cual el Gobierno Nacional autorizó a los puestos de diarios y revistas a funcionar como puntos de correspondencia. Según la normativa, estos espacios ahora pueden prestar servicios que hasta hace poco eran exclusivos del Correo Argentino: entrega de correspondencia general, paquetería, recepción de productos del comercio electrónico, trámites de DNI y pasaporte, entre otros.

La medida surge en un contexto difícil para los kioscos de revistas, golpeados por la caída de ventas en el formato papel. El objetivo oficial es ofrecerles una alternativa de ingresos y revitalizar un sector en retroceso. Sin embargo, en Villa Nueva y Villa María, la iniciativa todavía no encuentra eco.

Villa Nueva 

En nuestra ciudad, el único kiosco de revistas está ubicado frente a la plaza principal. Su propietaria, Silvia Aguilar explicó a La Posta que no iniciaron gestiones para sumarse a la propuesta. Argumentó que no cuentan con el espacio físico necesario para implementar el servicio y que, en consecuencia, prefieren mantener la actividad tradicional: venta de suplementos y atención a su clientela habitual.

Villa María: una mirada similar

En Villa María, el kiosco de Entre Ríos y San Martín atraviesa una situación parecida. Su responsable, Roxana, sostuvo que no se informaron sobre el nuevo esquema y que por ahora no evalúan incorporarlo. Si bien no descarta la posibilidad a futuro, por el momento consideran más conveniente continuar con el modelo actual de trabajo.

Entre la norma y la práctica

La desconexión entre la normativa nacional y la realidad local deja en evidencia una tensión. El decreto, que según explican, promueve un mercado más abierto, busca dar competencia a los servicios de correspondencia y deroga regulaciones consideradas obsoletas para el rubro de diarios y revistas. Pero en la práctica surgen obstáculos concretos: limitaciones de espacio, falta de inversión, necesidad de capacitación y la incertidumbre de si el público adoptará estos nuevos puntos de servicio.

La posibilidad de que los kioscos se conviertan en nodos de correspondencia representa un gesto político y económico hacia un sector en crisis. Sin embargo, en  nuestras ciudades la iniciativa aún no logra materializarse. Entre la voluntad normativa y las condiciones reales del terreno, los kioscos parecen no estar listos.

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