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VILLA NUEVA - CBA

Trasladaron el quebracho blanco de Villa Allende en medio de denuncias de ecocidio y represión

Después de tres semanas de protestas vecinales y resistencia ambientalista, fue removido el histórico árbol de casi 300 años. Especialistas advierten que el ejemplar no sobrevivirá. Fuertes críticas al gobierno provincial y silencio de las autoridades ambientales.

Este domingo al mediodía, y tras semanas de tensión creciente, fue finalmente removido el quebracho blanco de casi 300 años que se encontraba en la ciudad de Villa Allende, Córdoba. El operativo fue ejecutado con una grúa telescópica especialmente traída desde Tucumán, luego de que nueve empresas cordobesas se negaran a participar del traslado al considerar que se trataba de una “atrocidad”.

 

El árbol, símbolo del bosque nativo y eje de una intensa disputa ambiental, fue trasladado a unos 60 metros de su ubicación original para dar paso a la ampliación de la Avenida Padre Luchesse. El proyecto, defendido por el municipio, busca agilizar el tránsito de unos 25 mil vehículos diarios. La iniciativa fue cuestionada por organizaciones ambientalistas, técnicos independientes y vecinos de la zona, que sostienen que se trata de un caso de ecocidio.

 

“La decisión de que el árbol no quede en su lugar ya está tomada y no es un capricho”, afirmó el intendente Pablo Cornet en declaraciones radiales, defendiendo el operativo y asegurando que la presencia del quebracho era un “peligro” para la obra vial.

 

Sin embargo, la ingeniera agrónoma Ana Ruth Meehan advirtió que el ejemplar no sobrevivirá al traslado. “Con su anatomía, fisiología y edad no tiene chances. Se le quitó un porcentaje altísimo de raíces. Ese árbol ya está muerto”, sentenció la especialista.

 

Durante los días previos al operativo, hubo numerosos enfrentamientos entre la Policía de Córdoba y vecinos que mantenían un acampe en defensa del árbol. En una de las manifestaciones fue detenida la periodista Silvia Majul, quien intentaba cubrir la protesta. Su arresto provocó un fuerte repudio por parte de organizaciones de prensa y denuncias de intimidación a otros comunicadores.

 

Mientras la situación generaba indignación en redes sociales y movilizaciones ciudadanas, el gobernador Martín Llaryora evitó pronunciarse directamente sobre el caso. Paradójicamente, en los mismos días del conflicto, encabezó la 5° Cumbre Mundial de Economía Circular y la 1° Conferencia Climática Internacional en Córdoba, donde pidió “un cambio en la política ambiental”.

 

Tampoco se expresó la ministra de Medio Ambiente, Victoria Flores, quien optó por enfocarse en campañas de prevención de incendios forestales en sus redes, desoyendo el reclamo de miles de ciudadanos.

Por su parte la empresa Caminos de las Sierras, concesionaria de la Red de Accesos a Córdoba y responsable de la obra, sostuvo que modificar la traza para evitar el quebracho implicaría “afectar la seguridad vial” y que el traslado era “inminente e inevitable”.

 

El caso del quebracho de Villa Allende reabre el debate sobre el modelo de desarrollo, la protección del ambiente y el rol de las autoridades frente a los conflictos socioambientales. Para muchos, la historia del viejo árbol termina como símbolo de un sistema que sigue priorizando el cemento por sobre la vida.

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