En su lugar, deberían tramitar vía web una autorización electrónica llamada Electronic System for Travel Authorization (ESTA, por su sigla en inglés), que tiene un costo de USD 21 y suele aprobarse rápidamente.
El Gobierno dará este lunes el primer paso formal para que la Argentina ingrese al llamado "Visa Waiver Program" (VWP), el sistema que le permitiría a sus ciudadanos viajar a Estados Unidos por turismo o negocios durante hasta 90 días sin necesidad de tramitar el costoso y engorroso visado. La medida, que se formalizaría en el marco de la visita de la secretaria de Seguridad Nacional norteamericana, Kristi Noem, solo está vigente actualmente en Chile en todo Sudamérica, mientras que en el país existió entre 1996 y 2002.
De concretarse el ingreso, cuyo proceso se iniciará en las próximas horas, los argentinos ya no necesitarían la visa B1/B2, que hoy requiere de varios pasos, entre ellos formularios online, entrevistas presenciales y largos tiempos de espera, además de un elevado costo de casi USD 200.
El anuncio que se espera para este lunes, tras la reunión a las 11 de Noem y Javier Milei en Casa Rosada, de la que participaría también la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Pero ese es solo el inicio de un largo proceso, ya que la decisión final no depende de Argentina, que ahora deberá superar una serie de evaluaciones técnicas por parte del Departamento de Seguridad Nacional en Washington.
Ese trámite, que de todas formas es un aliciente de cara a las buenas relaciones entre Milei y su par de Estados Unidos, Donald Trump, puede llevar varios meses. Se llevarán a cabo una serie de análisis y chequeos de seguridad para verificar que se cumplan con los estandartes estadounidenses, por lo que el ingreso al esquema no será inmediato.
Entre otros puntos, las normas establecen que tener una "tasa de rechazo de visas de no inmigrante inferior al 3%" es parte de los requisitos para acceder al programa.
Actualmente, más de 40 países forman parte del programa, incluyendo a potencias como Japón, Reino Unido y España. En Sudamérica, solo Chile ha sido admitido hasta ahora.
Argentina ya formó parte de este selecto grupo durante la década de 1990, bajo un acuerdo firmado por los entonces presidentes Carlos Menem y Bill Clinton. El beneficio fue retirado tras la crisis de 2001 que sumió a la nación en una situación económica crítica.